Ir al contenido principal

NAVIDAD MENTIRA

La Navidad es, quizás, para la mayoría de quienes la celebran, la festividad más apreciada y esperada por todos. Los regalos, nacimientos, árboles, panetones (u otras comidas según la zona), abrazos, deseos, una gratificación económica, reunión laboral, cena, fuegos artificiales, etc. Lo demás siempre queda en un plano secundario, pues aunque digan que no es así, el supuesto protagonista que dicen es Jesús queda como un extra más en la película.

Y desde luego, no es difícil darse cuenta al ver la publicidad, que muestra el máximo símbolo de la navidad actual: Papa Noel (Santa Claus). Y por qué? Sin duda porque él sí vende. Quiénes se benefician más de esta costumbre del que pocos conocen su origen?

Hay algo innegable, incluso para el mundo religioso: Jesús no nació un 25 de diciembre. Pero hay aún cosas que pocos saben de esta costumbre. Los llamados “Reyes Magos” no eran tres, no eran reyes, ni eran magos (puede buscar cualquier versión de la Biblia y comprobarlo). El historiador judío Claudio Josefo no dice en ningún momento que los seguidores del cristianismo del primer siglo celebraran la fecha de nacimiento de Jesús, ni por reconocimiento. Ellos recordaban lo que su maestro sí ordenó memorar: su muerte.

Pudiera parecer saludable querer ofrendar un día para sentir el espíritu de la llegada del Mesías, pero sin embargo fueron los paganos romanos quienes celebraban las “saturnales”, y esperaban con júbilo el “Natalis Solis Invicti” un 25 de diciembre y que la iglesia – como último recurso - la adoptó y maquilló como la celebración del nacimiento de Jesús, hasta el día de hoy.

Es patente que el espíritu navideño de antaño ha ido desapareciendo entre las personas, y se torna en muchas familias (aunque lo nieguen) en una costumbre ritualista. Lo cierto es que todos los años vemos con esperanza la Navidad y cada vez nuestra sociedad hereda más fenómenos sociales: padres irresponsables, hijos rebeldes, cónyuges desamorados, entres otras lacras, que muchas veces aparentan una imagen honorable. Además, Jesús acaso sigue siendo un niño indefenso que espera que un sólo día del año se acuerden de él, y que los miembros de las familias desunidas y atrofiadas se abracen y besen, al estilo Judas?

Muy al margen de lo religioso, que es una respetable decisión de cada persona, lo que no debe pasar desapercibido es que el gran emporio comercial es quien mejor saca partido de esta festividad. El movimiento económico es más grande, la oferta y la demanda se acentúan y las personas compran en un mundo cada vez más mercantilista. El espíritu navideño ahora es un espíritu comercial y económico. No es el que la publicidad nos ofrece al comprarles un producto, que pudiera ser paz, armonía, perdón, unión, etc. No, Porque las familias peruanas y latinoamericanas están cada vez más desunidas, los fenómenos sociales son más latentes y dejan secuelas muy tortuosas en la colectividad. El perdón y la paz son sólo un cliché que nos impulsa subliminalmente a comprar un regalo o producto para la celebración, la autocomplacencia o la vanidad, como si con un abrazo, beso o regalo pudiesen compensarse el desamor y daño.

Pero aún peor, es muy triste que la Navidad, para muchos latinoamericanos pobres, se convierta en una época de angustia al no poder cubrir las necesidades de una celebración digna. Los pueblos indígenas siguen siendo pobres en Sudamérica, muchas zonas de esta parte del continente no tienen paz ni en diciembre ni en otra época del año.

El índice de pobreza en Perú aún es mayor al 40%, millones de personas no saben lo que es pasar nochebuena, sino muchos días de desnutrición, de angustia, de abusos y de duro e infructuoso trabajo. Ni qué decir del casi millón de personas en pobreza extrema que viven en la sierra. Para ellos una taza de chocolate es un lujo que quizás ni los fines de diciembre puedan degustar. En departamentos como Huancavelica y Puno la pobreza extrema no se supera con una feliz navidad.

Pero lo más indignante es que, aunque no existieron esos denominados “tres reyes magos”, en nuestro país y continente están los reyes que se enriquecen a costa de la pobreza y el sudor ajeno. Los gobernantes y padres de la patria malditos, mordaces y perversos. Aquellos que son los primeros en exaltar la efervescencia navideña, pero que le roban a su pueblo, los aniquilan con sus ineptitudes, corrupción y robo desvergonzado. Borrachos en su poder, siguen extrayendo de nuestras tierras, de nuestro trabajo para sí mismos y para sus lacayos. Aquellos congresistas de la república que cobran completa su gratificación navideña, mientras los jubilados, profesores y demás sólo una pizca de sus remanentes.

Así sucede con los demás poderes, ministerios, alcaldías y demás organizaciones públicas y privadas. Esos son los papanoeles barrigones, que regalan pobreza un día para quedarse con los 364 restantes. Los magos de la coima, el hurto, el cohecho, la inmoralidad. Esos cenarán pavo con panetón para llenar sus panzas angurrientas, mientras en las alturas rurales los niños mueren por desnutrición, y mientras muchas personas desvalidas no tienen quien los defienda, del mismo modo mujeres y niños son víctimas del abuso doméstico de los machazos. Esos son la lacra humana de nuestra sociedad, los demonios de saco y corbata, los Herodes de escritorio, las bazofias de nuestra cultura. Pero aquí no pasa nada. “Es navidad y nadie dice nada”. Así es el espíritu que opera en estos días.

No les deseo feliz navidad, les deseo felicidad todos los días del año.

Comentarios

mercedes ha dicho que…
cierto es todo lo que dices la tradicion nos ha hecho cerrar los ojos ante una verdad pero el deseo de recibir un regalo y un abrazo hipocrita de quien no quiere se ha hecho una costumbre de un dia sin pensar que ese dia es el mas infeliz para algunos sectores y el mas feliz para muchos explotadores del pais seguimos viviendo de la costumbre sera que es mas grande que la verdad?
malditoparanoico ha dicho que…
Hola! me encanta tu comentario, no porque estés de acuerdo conmigo sino porque refleja esa nobleza tuya. Bueno, no te deseo feliz navidad pero deseo que seas feliz siempre... y conmigo.

Entradas populares de este blog

ELLA Y YO

Ella tiene treinta y tres años, yo treinta y cinco. Ella es nacionalista, yo no. Le gusta el adobo, a mí el pescado y los mariscos. Ella es muy buena, yo soy una rata. Ella trabaja duro todo el día, yo hueveo duro mientras tanto. Ella tiene fe en Dios, yo creo pero me falta fe. Ella toma leche, yo tomo café. Le fascina la salsa, a mí el rock. Le gusta bailar, a mí no tanto. Ella se baña en agua tibia, yo en agua helada. Tiene una sonrisa deliciosa, yo no. Ella es paciente, yo frenético. Ella es hogareña, yo soy callejero. Ella es más alta que yo, pesa un poco más que yo, es delgada y estilizada. Ella tiene cabello abundante, yo me corto casi al ras. Ella era degustadora ahora es mercaderista, yo soy escritor. Ella calza treinta y nueve, yo cuarenta. Le gustan los colores naturales, a mí los intensos. Ella es celosa, yo no. Ella sabe cocinar, yo no. Le encantan los dulces, a mí los salados. Ella es timorata, yo soy sinvergüenza. Ella es decorosa, yo soy pervertido. Es pudorosa y yo

COSMOPOLITA

Yo nací en Perú. No me avergüenza ser peruano, pero tampoco me siento orgulloso de serlo. No canto el himno nacional, no me pongo la mano al pecho ni saludo a la bandera en los eventos oficiales. No creo que Perú sea más grande que todos sus problemas. No voté por Machu Picchu para que sea una de las maravillas del mundo. No creo que Perú clasifique al siguiente mundial de fútbol profesional. No me siento orgulloso del pasado histórico ni veo el futuro del país con optimismo. Debo aclarar que no me siento – como muchos de mis ridículos y acomplejados connacionales – un transeúnte accidentado que tuvo el infortunio de nacer aquí porque sus padres o abuelos fueron europeos o norteamericanos o de cualquier otro país. El patriotismo me es indiferente, y el nacionalismo limitante. No compro productos sólo porque digan que son peruanos ni nada por el estilo. Creo que la historia peruana registra algo para aprender y no para sentir orgullo. Desde el imperio de los Incas hacia adelante n

Maldito Paranoico

Marvin es Maldito Paranoico. Maldito Paranoico es Marvin. Es escritor, es pervertido, es fetichista, es sinvergüenza y neurótico. Marvin escribe sus artículos y los publica, aún tiene proyectos de ensayo y novela que está terminando. Cada vez menos personas lo leen. Sus temas son inusuales, pero originales. Marvin ha sido nadador, conferencista, instructor de natación, técnico en computadoras, profesor de escuela secundaria, administrador, asesor educativo. Colecciona fotos y vídeos de Silvia Saint y Aria Giovanni. Reconoce que es mañoso pero no depravado ni obsceno. Su perversión es fina, selecta y sobre todo discreta. Marvin ha tenido tratamiento psiquiátrico en varias oportunidades, ya no las necesita pues está venciendo por sí mismo la neurosis que lo aqueja ocasionalmente. Es un tipo dócil y razonable pero con carácter y temperamento. Marvin es libre. Es tolerante con las mixturas pero fija sus propios límites. No es nacionalista, ni patriota, ni peruanista. No se cree ni aspi